Cómo informar (en Internet) sobre los crímenes de violencia de género

La semana pasada se presentó en Madrid un trabajo titulado Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, un estudio elaborado por y para periodistas dirigido por Javier Fernández Arribas.

Tras la lectura de un completo resumen del acto de presentación de la obra, un apreciado compañero, Rafa Aguilera, me incitó a plasmar por escrito algunas reflexiones sobre las informaciones en los medios digitales de los crímenes de violencia de género.

17 enero de 2011. Fuenlabrada. Madrid. Escenario de una de las últimas muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas. Titulares del suceso en cinco páginas web:
Del estudio de estas informaciones en primer lugar me llama poderosamente la atención el hecho de que en cuatro de los cinco mediosse dé ya por sentado desde el titular que estemos ante un delito de asesinato (matar a una persona con la concurrencia de alguna de estas circunstancias: con alevosía; por precio, recompensa o promesa; o con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor de la víctima) en lugar de un homicidio (el que mata a otra persona).

La cuestión no es baladí, puesto que aparte de la mayor estigmatización que el término ‘asesino’ tiene sobre el de ‘homicida’, la posible pena a imponer oscila entre los 15 y 20 años de prisión en los asesinatos y entre los 10 y 15 en los homicidios.

La determinación jurídica de unos hechos sólo les corresponde a los jueces al dictar sentencia, o en su caso a los jurados popularesencargados de enjuiciar la gran mayoría de crímenes, por lo que en las informaciones, y con mayor motivo en los titulares, los medios deberían abstenerse de incluir el término asesinato y sustituirlo por muerte o crimen.

De esta forma, los anteriores titulares rezarían así:
  • “Matan a una mujer en Fuenlabrada”
  • “Detienen al autor confeso de la muerte de una mujer en Fuenlabrada”
  • “Detenido un hombre tras confesar el crimen de su pareja en Fuenlabrada”
  • “Detenido tras confesar el crimen de su pareja en la habitación que compartían en Fuenlabrada”.
Todas las crónicas digitales recogidas, por otra parte, son respetuosas con la identificación del presunto autor mediante el empleo únicamente de sus iniciales o simplemente de su edad y nacionalidad.

Salvo contadísimas excepciones —fundamentalmente cuando se traten de personajes públicos—, en las informaciones sobre detenidos por la policía o imputados posteriormente por un juez considero esencial la publicación sólo de las iniciales del supuesto responsable.

La presunción de inocencia que rige para el proceso penal debería tener también su extrapolación para el tribunal de papel, con independencia de que una persona haya confesado el crimen.

La declaración de culpabilidad, como expongo anteriormente, debe ser fijada por un tribunal, y hasta entonces resulta recomendableno vulnerar el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen del acusado y, sobre todo, su derecho a la presunción de inocencia.

Otro aspecto discutible, y a mi juicio, censurable de las informaciones aportadas por estas páginas web estriba en un detalle que proporcionan sobre la muerte de la mujer, que fue estrangulada. En cuatro de las cinco noticias se señala cuál fue el objeto utilizado en el estrangulamiento, en este caso un cordón.

Considero superfluo, innecesario y perjudicial incluir este elemento en la noticia por un doble motivo: por un lado, porque la descripción del ‘modus operandi’ puede causar un mayor dolor a los familiares, allegados y amigos de la víctima al pensar en el sufrimiento que debió padecer ésta al ser estrangulada con un cordón. Y, por otra parte, porque no es desdeñable tener en cuenta la opinión de muchos expertos que consideran que la proliferación de datos produce un efecto mimético en otros maltratadores.

A mayor abundamiento de la anterior cuestión, sostengo que si en las violaciones no se deben nunca contar detalles sobre el modo en que se produjo la agresión sexual, ni a su vez en los suicidios se informa del modo u objeto elegido, en los crímenes de violencia de género tampoco habría que entrar en detalles sobre su forma de perpetración. Al lector basta con decirle la estranguló, la violó, se suicidó. Sin más detalles.

Digno de elogio, en cambio, es el esfuerzo llevado a cabo por los redactores en confirmar los datos con fuentes oficiales, en este caso con la Jefatura Superior de Policía. Por mor de la rapidez, del ansia de dar una noticia en primicia, los medios digitales, al igual que los impresos o los audiovisuales, no deben de dejar de acudir en las informaciones de sucesos y tribunales a las instancias oficiales para contrastar las informaciones.

Desde el punto de vista profesional defiendo las libertades de información y expresión, unos principios que en las noticias de sucesos en general, y en las de los crímenes de violencia de género en particular, deben conjugarse con los derechos al honor y a la intimidad tanto de la víctima —en los casos de muertes para que su dignidad y su buen nombre no queden mancillados por el relato de hechos vejatorios o morbosos—, como del supuesto autor, quien además goza de la presunción de inocencia.


Gonzalo Ruiz Eraso
twitter: @ruizeraso
Tribunal Superior de Justicia de Navarra
Director de Comunicación

Cómo informar (en Internet) sobre los crímenes de violencia de género

Miguel Llorente, delegado del Gobierno contra la Violencia de Género: se practica un "periodismo a la defensiva"


El 60% de los españoles considera poco objetivo y sensacionalista el tratamiento que los medios de comunicación dan a la violencia de género.

Mientras, más del 85% de los profesionales de la información y la comunicación cree que la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja constituye un delito contra los Derechos Humanos.

Ambas conclusiones parecen contradictorias. Se desprenden de sendas encuestas sin precedente en España sobre el tratamiento que los medios de comunicación dan al problema de la violencia de género.

  1. La primera, a los profesionales de la información y la comunicación, en la que han participado casi mil periodistas de todos los medios, de todo el país y de las más diversas categorías;
  2. la segunda, realizada a 1.200 ciudadanos, en colaboración con el Ministerio de Igualdad.

El profesor José Sanmartín, vicepresidente de honor del Centro Reina Sofía y rector de la Universidad Internacional Valenciana, y su equipo han supervisado y han elaborado los capítulos sobre los conceptos científicos.

Del cruce de datos de ambas encuestas, se concluye:

  • El 55,6% de los profesionales cree que la forma de dar la información sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja puede contribuir a que se produzcan casos similares frente al 61,5% que lo piensa en la sociedad española
  • El 8,8% de los profesionales considera que los medios de comunicación prestan demasiada atención a los casos de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja magnificando la situación, mientras que en la sociedad están de acuerdo con esta afirmación el 17,5% de los encuestados
  • El 87,4% de los profesionales considera que no es igualitario el trato que se da a las noticias referidas a sentencias o medidas disciplinarias a maltratadores que el que se da a los casos de violencia; mientras que, entre la sociedad lo piensa así el 61,3%
  • El 59,9% de los profesionales cree que las descripciones del modus operandi y los detalles de los crímenes no deben aparecer en la noticia, mientras que en la sociedad lo piensan el 80,2% de los entrevistados
  • El 62,4% de los profesionales cree muy relevante publicar en las informaciones si el presunto agresor se ha suicidado o lo ha intentado, mientras que en la sociedad lo consideran relevante el 18,2% de los encuestados
  • El 95,6% de los profesionales considera que las informaciones sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja deberían publicar noticias positivas sobre mujeres que salen del círculo de la violencia, mientras que en la sociedad lo creen el 80,7%.

Los profesionales de los medios de comunicación deberían tener en cuenta la percepción que dicen tener los ciudadanos de su trabajo diario sobre la violencia de género.

Casi la mitad de los encuestados considera que:

"los medios de comunicación deben servir para prevenir la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja y que deberían publicar noticias positivas sobre mujeres que salen del círculo de la violencia".

Entre las consideraciones, donde no hay diferencias notables en las apreciaciones por cuestión de edad y, lo que es más destacable, ni contradicciones excesivas por cuestión de sexo, destaca que de cada 10 personas encuestadas:

  • 6 consideran que los medios de comunicación influyen mucho en el conocimiento de lo que sucede y en la creación de opinión en la sociedad
  • 6 ven la televisión todos los días o casi todos los días, mientras que 4 escuchan la radio y 4 leen uno o varios periódicos o se conectan a internet
  • 6 creen que el tratamiento que los medios de comunicación dan a la violencia de género es poco objetivo.

Sobre la televisión:

  • 7 dicen que su conocimiento de la violencia de género procede en primer lugar de la televisión
  • 8 piensan que la televisión es el medio de comunicación que trata la violencia de género de forma más sensacionalista y casi 9 consideran que es el medio más eficaz para luchar contra la violencia de género.

Sobre la información de violencia de género:

  • 8 creen que los medios de comunicación deberían estar obligados al seguimiento de una normativa específica en el caso de violencia de género
  • 7 creen que es necesario que los medios de comunicación cuenten con periodistas especializados en violencia de género
  • 7 creen que los profesionales de la comunicación deben recibir una formación especializada sobre violencia de género en universidades y escuelas.

Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja es un trabajo elaborado por y para periodistas, dirigido por Javier Fernández Arribas y coordinado por Myriam Noblejas, con la colaboración del Centro Reina Sofía y de la Universidad Internacional Valenciana.

Durante la presentación del informe, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, el delegado del Gobierno contra la violencia de género, Miguel Lorente, ha destacado el valor de esta iniciativa en un momento "de claro-oscuros en torno a la violencia de género".

En su opinión se trata de un fenómeno que no se valora adecuadamente porque "si en España hubiera 70 muertos al año en cualquier otro sector de la población, todo el país estaría protestando en la calle". Como ejemplo, resalta los asesinatos de joyeros o taxistas.

Lorente ha llamado la atención a los medios de comunicación en el manejo de las imágenes porque pueden contribuir a lo que denomina "efecto paso a la acción", es decir, cuando un agresor está pensando en asesinar a su mujer y se reafirma en su idea al contemplar en televisión, los efectos de una mujer asesinada por su pareja o de los familiares de la víctima llorando.

El delegado del gobierno contra la violencia de género ha señalado que en 2010 se detectaron cinco períodos de concentración de homicidios de mujeres frente a los tres registrados en 2008, un dato, dice, para la preocupación.

Defiende, no obstante, la eficacia de la Ley Integral que acaba de cumplir seis años y que ha hecho disminuir un 6,3% el número de mujeres asesinadas.

Hoy, en España, asegura, hay 95.000 mujeres protegidas y 5.000 agresores en prisión, 2.000 de ellos, exclusivamente por violencia de género. Lorente cree que "sin Ley Integral estaríamos hablando de más de cien mujeres muertas al año".

El profesor José Sanmartín, vicepresidente el Centro Reina Sofía y rector de la Universidad Internacional Valenciana, ha destacado el papel de los medios de comunicación en los últimos años para dar visibilidad a un problema que constituye:

"un atentado contra los Derechos Humanos.

Han sido los periodistas los que han obligado a los políticos a incorporar la violencia de género en su agenda"

Sanmartín ha llamado la atención sobre los peligros de una mala información sobre la violencia de género que pueda provocar, además de imitación en los agresores, la insensibilización en la sociedad respecto a este problema.

El director del informe, Javier Fernández Arribas, y la coordinadora, Myriam Noblejas, han destacado la participación de un millar de periodistas de toda España en la elaboración de un trabajo que:

"debe servir para mejorar el trabajo periodístico sobre un asunto que representa una lacra social en España".

Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, pretende servir de referencia y orientación, mover a una reflexión constructiva sobre el estado de la cuestión en la actualidad y la forma en la que los periodistas debemos enfrentarnos a un fenómeno que, si no nuevo, nos ha dejado el año pasado 71 víctimas mortales y miles de afectados.

Para ello, Arribas y Noblejas han contado con la colaboración y la supervisión científica y conceptual del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, de expertos y catedráticos de comunicación y de periodistas que han vivido en carne propia la cobertura de casos como el de Ana Orantes, Svletana Orlova o Silvyna Bassari, sin olvidar que hay realidades, más allá de la de España, donde la violencia contra la mujer alcanza niveles de pandemia, como Ciudad Juárez, Afganistán, Irán o República Democrática del Congo.

El trabajo repasa también la legislación vigente sobre la materia y los códigos deontológicos e intentos de autorregulación en el seno de la propia profesión llevados a cabo en los últimos años.

Este trabajo ha sido posible gracias al patrocinio de Renfe, la Fundación ICO, Bancaja, la colaboración del Ministerio de Igualdad, de la Universidad Internacional Valenciana y de la Asociación de la Prensa de Madrid y con la coordinación de la Escuela de Periodismo y Comunicación.

http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2011/01/19/como-deben-los-periodistas-informar-sobre-violencia-contra-la-mujer-en-las-relaciones-de-pareja.shtml